Antonieta rosé a la vista se aprecia con un tenue y pálido color rosa, con matices piel de cebolla. En nariz su expresión es fresca, que recuerda a frutas rojas ácidas como grosellas y arándanos, con notas entrelazadas de mandarina y manzanas verdes. En boca de impacto ligero, cuerpo medio, notas dulces bien equilibradas, y una refrescante y jugosa acidez que le dan un final largo y muy persistente.
Antonieta rosé a la vista se aprecia con un tenue y pálido color rosa, con matices piel de cebolla. En nariz su expresión es fresca, que recuerda a frutas rojas ácidas como grosellas y arándanos, con notas entrelazadas de mandarina y manzanas verdes. En boca de impacto ligero, cuerpo medio, notas dulces bien equilibradas, y una refrescante y jugosa acidez que le dan un final largo y muy persistente.